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Ponemos a su disposición información de interés que le ayudará a saber más acerca de enfermedades y acciones relacionadas a cuidar su salud y la de su familia.

Higiene del sueño, el primer paso hacia una vida saludable

Higiene del sueño, el primer paso hacia una vida saludable

Dormir bien es fundamental para que el cerebro funcione plenamente, mejoren las capacidades cognitivas (pensar, razonar, recordar), se consolide la memoria y se fomente la creatividad. De ahí la importancia de la higiene del sueño, para crear un entorno y rutinas favorables, con un descanso continuo y de calidad.

Un sueño adecuado es primordial para nuestra salud física, mental, calidad de vida y bienestar general. Tenerlo nos permite un óptimo rendimiento cognitivo, regular emociones y optimizar los procesos fisiológicos.     

Así como los malos hábitos se arraigan con el tiempo, las rutinas positivas pueden convertirse en parte de nuestra vida diaria.

¿Cómo saber si se tiene una mala higiene del sueño? Algunos síntomas son:

  • Tener mucho sueño durante el día
  • Dificultades para dormir por la noche
  • Despertar entre ciclos de sueño y presentar problemas para volver a dormir

Para mejorar la higiene del sueño, es fundamental:

  • Optimizar nuestro horario de descanso
  • Establecer una rutina relajante antes de dormir
  • Mantener hábitos saludables durante el día
  • Crear un ambiente de sueño cómodo y tranquilo a fin de lograr la relajación y conciliar el sueño

Un aspecto clave de la higiene del sueño es el entorno donde se duerme. Elementos como un colchón cómodo, ropa de cama suave, una temperatura fresca, oscuridad y silencio contribuyen a un descanso reparador.

Los hábitos diarios también impactan en la calidad del sueño. La exposición a la luz solar, especialmente por la mañana, regula nuestro reloj interno. Además, es recomendable realizar actividad física regular, evitar sustancias estimulantes como la cafeína y el alcohol, y cenar ligero varias horas antes de dormir.

Antes de acostarse, es importante dedicar al menos 30 minutos a la relajación. Apagar las pantallas, leer un libro o practicar ciertas técnicas pueden ayudar a conciliar el sueño más fácilmente.

Si a pesar de mejorar la rutina de higiene del sueño se continúa con problemas para dormir, es recomendable consultar al personal de salud. Será necesario descartar alguna causa médica mediante estudios especializados.

Existen tratamientos, como la terapia cognitivo-conductual, auxiliares en casos de insomnio, o tratamientos médicos si se presentan trastornos más severos.

Cada persona es única y, por lo tanto, sus necesidades de descanso también lo son. La higiene del sueño es un camino personalizado que requiere experimentación y adaptación. Lo importante es encontrar las estrategias adecuadas en cada caso.

En el Centro SIMI de Salud Emocional (SIMISAE), ofrecemos asesoría, y orientación psicológica gratuita (800 911 32 32) las 24 horas.

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