En las mujeres en edad reproductiva, la secreción vaginal normal se caracteriza por no tener olor, es clara y viscosa; además, no causa ningún síntoma, como
picazón y ardor por infección vaginal. Es normal que la flora vaginal se encuentre poblada por algunos microrganismos (hongos, bacterias y parásitos).
Pero cuando existe la presencia de
vaginitis, por lo general, se debe al desequilibrio entre las bacterias saludables presentes en la vagina, debido a cualquier factor que modifique el pH de esta, como las duchas vaginales, el uso de productos perfumados u otros factores.
No todas las
vaginitis son causadas por las relaciones sexuales; existen otros factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de padecerlas, por ejemplo:
- Ropa sintética y ajustada
- Duchas vaginales (lociones y jabones colorantes, perfumes)
- Tratamientos hormonales
- Antibióticos
- Dispositivo intrauterino (DIU)
- Embarazo
- Múltiples parejas sexuales
- Relaciones íntimas sin protección (condón)
- Diabetes mellitus no controlada
Para averiguar la causa de la
vaginitis, el médico debe realizar un interrogatorio a la paciente sobre factores de riesgo, examinar los órganos reproductores femeninos (donde se observa
flujo vaginal, su color, consistencia, olor y características de la piel), solicitar estudios de laboratorio (como el exudado vaginal), y de gabinete, en caso necesario, para realizar un adecuado diagnóstico.