Ponemos a su disposición información de interés que le ayudará a saber más acerca de enfermedades y acciones relacionadas a cuidar su salud y la de su familia.
La salud genital femenina es un tema que debe ser abordado desde que somos pequeñas. Su importancia radica en inculcar los cuidados del aparato reproductor femenino, la clave para evitar infecciones y enfermedades en esta zona.
Hombres y mujeres tenemos grandes diferencias sexuales, las más notorias estriban en su anatomía (estructura del cuerpo humano) y las relacionadas con nuestros genitales, que incluye el final del aparato urinario.
El aparato genital o también llamado ‘reproductor femenino’ está compuesto por los órganos genitales externos (vulva, monte de Venus, labios mayores y menores, el clítoris, la abertura vaginal y el orificio uretral, por donde se orina) e internos (vagina, útero, ovarios y trompas).
Hago énfasis en el orificio uretral, una pequeña abertura por donde orinamos, ubicada justo debajo del clítoris. Este orificio en el aparato urinario masculino termina en un largo conducto de unos 20 cm (uretra) que atraviesa el pene y termina en su punta para poder expulsar la orina.
En las mujeres, tan solo mide unos 4 cm y finaliza en la zona genital, por delante del orificio de la vagina; esta diferencia en la anatomía condiciona la manera de orinar y algunos trastornos e infecciones asociados a las estructuras tan cercanas que posee la mujer a diferencia del hombre.
Parte de la educación en la salud genital femenina radica en no permitir que los malos hábitos o costumbres formen parte de la vida diaria. Las mujeres adoptamos estas prácticas y desconocemos lo perjudiciales que pueden ser para nuestra salud y cuerpo.
Menciono algunas de ellas:
Desde que somos niñas, se suele enseñar a dejar pasar muchas horas entre una micción (ir a orinar) y otra, a fin de evitar el uso de baños públicos, por miedo a contraer alguna enfermedad infecciosa al sentarnos.
Si nos aguantamos mucho para ir a orinar, lo que hacemos es aumentar la fuerza de contracción de nuestro suelo pélvico en reposo; en otras palabras, aprietas en la zona genital para que no se salga la orina, para después tratar de relajarla en el momento de realizar la micción. En ocasiones, esta práctica resulta dolorosa, además de que la vejiga (órgano reservorio de la orina) se extiende más poco a poco y, con el paso del tiempo, le costará más trabajo expulsar la orina. En este caso, la orina permanecerá más tiempo en la vejiga y puede causar infecciones urinarias continuas.
En el intento de evitar el contacto con los inodoros de los baños públicos, el contagio de enfermedades, a veces, no nos queda más remedio que orinar de pie, o con las piernas flexionadas (de “aguilita”). Pero nuestro sistema urinario no está diseñado para orinar así, la postura es forzada y no permite la salida de la orina de manera natural. Además, queda orina rezagada y facilita la aparición de infecciones.
Esta práctica es errónea porque los músculos de la vejiga son los que se contraen para expulsar la orina. Las otras partes de nuestro cuerpo deben estar relajadas.
La higiene excesiva, el uso de duchas vaginales o desodorantes íntimos, no solo no previenen las infecciones vaginales, en muchas ocasiones, las facilitan al eliminar las barreras naturales de defensa de nuestro cuerpo
La ropa fabricada con componentes sintéticos impide o dificulta la transpiración, incrementa la humedad de la piel, favorece el desarrollo de infecciones vaginales por hongos y de infecciones urinarias de repetición.
La posibilidad de contagio de infecciones de transmisión sexual en un baño público al orinar, es baja, porque solo se transmiten por relaciones sexuales.
Los mejores aliados para la higiene diaria son el agua y el jabón. Busca jabones sin tanto perfume, ni colorantes; son irritantes y causan comezón.
El baño diario es superimportante.
Después de orinar o defecar, recuerda limpiar la zona de adelante hacia atrás.
Los mejores aliados para la higiene diaria son el agua y el jabón. Busca jabones sin tanto perfume, ni colorantes; son irritantes y causan comezón.
Los mejores aliados para la higiene diaria son el agua y el jabón. Busca jabones sin tanto perfume, ni colorantes; son irritantes y causan comezón.
Uso ropa interior y exterior holgada, de componentes naturales como el algodón.
Calidad y calidez, solo en Fundación Best, acude con regularidad a consulta médica y mantén tu salud genital femenina.