En la actualidad, 20 millones de personas enfrentan problemas de alcoholismo, con un impacto más frecuente en hombres que en mujeres. Esta situación se presenta más en la gente joven. El alcohol es una sustancia que actúa directo en el sistema nervioso central como un depresor, ocasiona que la actividad cerebral sea más lenta y, por sus características, genera dependencia. Su consumo se incrementa a medida que pasa el tiempo y afecta las diferentes esferas de la vida social, familiar, laboral, emocional y física.

¿Qué causa el alcoholismo en la adolescencia?

A partir de la emergencia por la pandemia de la COVID-19, más la necesidad de parar las actividades sociales, quienes se vieron más afectados en lo emocional fueron los adolescentes, por estar enclaustrados y sentir que no podían decidir sobre su tiempo. Ello los llevó a buscar en el alcohol una forma de recobrar el control y mitigar la frustración.

Durante este periodo se observó que el inicio del alcoholismo se incrementó entre el grupo de los 12–14 años, puso en riesgo el desarrollo del adolescente y, a su vez, normalizó las conductas del consumo. No olvidemos que la familia puede ser un factor protector o de riesgo para ello, porque beber es una conducta que llegan a tener los padres o adultos con los que se conviva, un acto “normalizado” para socializar, desestresarse, o bien, canalizar el enojo, aunque la realidad es que en muchos casos lo incrementa.

El consumo de alcohol en nuestro país es parte del día a día, a tal punto, que es difícil reconocer cuando se ha convertido en un problema. De acuerdo con los especialistas, pueden pasar hasta diez años para que en la familia se reconozca que algún miembro sufre de alcoholismo. Por eso es necesario aprender a identificar de forma oportuna cuáles son los indicadores de que se está desarrollando esta adicción.

Esto se agrava cuando se presenta en adolescentes, porque el daño que ocasiona el consumo reiterado en su desarrollo cerebral es considerable, uno de ellos es la pérdida temporal de la memoria, que los pone en situaciones de riesgo.

Es fundamental que podamos entender las causas y consecuencias del alcoholismo en los adolescentes. Se trata de una enfermedad, pero que aun cuando en muchos casos no se haya desarrollado todavía esta dependencia, hay problemas derivados de un consumo excesivo, aunque sea esporádico, por ejemplo:

• Intoxicaciones
• Accidentes o conductas violentas
• Afectaciones a la salud, como cirrosis, enfermedades cardiovasculares y de páncreas, así como en el aparato digestivo
• Trastornos mentales como ansiedad, depresión, ataques de pánico, presencia de delirios o síntomas psicóticos
• Conductas de riesgo sexual que involucran infecciones de transmisión sexual

Debemos hablar del alcoholismo como un problema social, que no afecta solo a la persona que lo padece, sino que también impacta de manera negativa la vida de quienes le rodean. Po ello, se requiere una atención integral, médica y psicológica.

La familia puede proteger o poner en riesgo a los adolescentes si no son capaces de reconocer sus propios conflictos con el alcohol y establecer límites claros que sean validados con el ejemplo.

Si tú, algún familiar o amigo atraviesan por un problema con el consumo del alcohol, es importante reconocerlo a tiempo. Si quisieras recibir orientación psicológica, puedes llamar al 800 911 32 32, o ponerte en contacto mediante nuestro correo electrónico centrodiagnostico@simisae.com.mx en donde puedes recibir atención gratuita las 24 horas y los 365 días.