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Ponemos a su disposición información de interés que le ayudará a saber más acerca de enfermedades y acciones relacionadas a cuidar su salud y la de su familia.

La indiferencia también es violencia en los niños

La indiferencia también es violencia en los niños

Para los psicólogos la indiferencia es aquel sentimiento de permanecer inmóvil, tanto en movimiento como en sentimiento, ante alguna situación, idea o persona.

Después de una larga jornada de trabajo, ¿existe tiempo para platicar con los hijos?, para saber cómo se sienten, para preguntarles más allá de ¿cómo te fue en la escuela?, quizás pasen varios días sin que te detengas a pensar en que piensan o que sienten los niños. Es urgente reflexionar sobre ello ya que se puede caer en la indiferencia o ignorar sus sentimientos, pensamientos y logros de los chicos. Por diversas razones, son muchos los casos en que ellos no reciben el afecto que requieren y son poco atendidos, lo cual va creando un cierto enojo que incluso se mantiene durante la adultez, estos actos se pueden ver, sentir o interpretar como violencia.

Al igual que comer o dormir un niño necesita una dosis diaria de cariño, aprobación y seguridad sincera, cuando esta necesidad no está cubierta ellos comienzan a sentirse poco queridos y algo más doloroso, culparse por no ser capaz de provocar amor en sus padres o cuidadores. Estos sentimientos convertirse en palabras o acciones violentas sin un aparente motivo. Se preguntan si son malos o hicieron algo grave ya que no son merecedores de cariño. Esto afecta de forma directa el cómo se sienten, la seguridad y la posibilidad de establecer relaciones con los demás de forma sana.

La indiferencia, no sólo es sinónimo de frialdad, también puede indicar una actitud de supervivencia, esto es, como escudo o coraza, para no ser herido, entendamos una forma de protección o autodefensa. Otra visión de la indiferencia son los momentos en que las personas se mantienen estáticas frente a lo que les sucede, en otras palabras, no reaccionan de manera alguna “ni de forma positiva, o negativa” ante ningún episodio que se presente ante ellos.

Es importante que los niños se sientan parte de una familia, para ellos es necesario saberse escuchados, mirados, tomados en cuenta y esto tendrá como consecuencia una mejora en su autoestima. Desde que un niño es bebé busca constantemente la mirada de su madre o tutora, ya sea para buscar afecto, aprobación, prevenir de algún peligro, etcétera. Pero sobre todo saber que existe a través de los ojos de los otros; así de necesario es ser reconocido y aprobado, si los padres o cuidadores fueran más conscientes del papel tan importante que juegan en la vida de los niños, quizás se detendrían para darles un poco más de tiempo, sentarse junto a ellos para ver las nubes, descubrir con ellos que “dicen” sus dibujos, o simplemente ver que tan alto puede brincar el día de hoy.

La poca atención a sus emociones puede manifestarse con depresión, codependencia en la vida adulta, y afectar su calidad de vida. Muchos adultos que descuidan la parte emocional de sus hijos son porque de niños tampoco recibieron afecto, por lo que repiten esta conducta, es significativo reconocerlo y buscar hacer cambios poco a poco los cuales ayude a mejorar la relación amorosa entre padres e hijos.

Te invitó a que hagas una reflexión, ¿cuánto tiempo dedicas a tus hijos, para platicar, jugar, hacer alguna actividad que sea en conjunto o con otros miembros de la familia? Si llegas a la conclusión de una o dos veces a la semana o al mes, ponte una nueva meta, ¿qué tal una vez al día por 15 o 20 minutos? Verlos a los ojos y preguntarle cómo se siente, cómo le fue en la escuela, cómo durmió o que película nueva quisiera ver el fin de semana. Es un esfuerzo, sí, pero ¿no lo vale tu hijo?

Alejemos la indiferencia con disfraz de violencia en los niños llama a SIMISAE 800 911 32 32, escribe un correo electrónico a: centrodiagnostico@simisae.com.mx te ayudamos las 24 horas los 365 días del año, ¡por una niñez feliz! 


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