Ponemos a su disposición información de interés que le ayudará a saber más acerca de enfermedades y acciones relacionadas a cuidar su salud y la de su familia.
Hoy, la rutina del mexicano suele estar llena de estrés, ya sea por trabajo, problemas personales o falta de tiempo para el ocio. En ese sentido, la relación que existe entre las enfermedades del corazón con estos aspectos se ha vuelto de especial cuidado y relevancia para la población.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2030, más de 23 millones de personas en el mundo se verán afectadas por alguna afección cardiovascular, principalmente por cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares.
Elsa Arrieta Maturino, cardióloga clínica e intervencionista, comenta: “El estrés crónico puede contribuir de manera directa a desarrollar una enfermedad que afecte el corazón. Y, si a ello le agregamos problemas en un estilo de vida no saludables como el tabaquismo, sedentarismo o dieta inadecuada y factores como la hipertensión, diabetes y la obesidad, se vuelve un crítico problema de salud”.
Los factores de riesgo psicosociales son altamente prevalentes en cardiópatas y pueden afectar a la adhesión al tratamiento, y empeorar el pronóstico.
En este sentido, la especialista recomienda el ejercicio físico constante como un tratamiento y una forma de prevenir enfermedades y accidentes cardiovasculares.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo el 39.8 % de la población mexicana se mantuvo activa físicamente en el 2023, es decir, seis de cada 10 personas no hacen ejercicio en México.
A un estilo de vida saludable hay que sumar una alimentación balanceada, ya que, según la publicación Dieta saludable y asequible: desafíos y soluciones en México, de la revista UNAM Global, el 50 % de la población mexicana consume dietas no saludables, en perjuicio de su salud cardiovascular.
Una modificación de los hábitos alimenticios es esencial, no sólo para prevenir enfermedades relacionadas con el corazón, sino también para mitigar factores de riesgos asociados a estos padecimientos. De acuerdo con Elsa Arrieta Maturino, “es importante incrementar el consumo de frutas, verduras y legumbres, incorporar aceites saludables como el aceite de oliva extra virgen, limitar los azúcares añadidos y las grasas saturadas, y priorizar una dieta saludable”.
Al adoptar medidas preventivas que beneficien la mejora de la salud cardiovascular, se busca que, en el largo plazo, los problemas del corazón tengan un menor impacto en la salud de los mexicanos.
Con información de Merck