Los dientes son una parte fundamental en la calidad de vida de una persona por las distintas funciones que tienen, una de las más esenciales es la de facilitar la alimentación.

Pero… ¿qué sucede cuando nos falta uno o más dientes? Ponte cómodo que empezamos con una muy buena explicación.

Uno de los primeros inconvenientes cuando se pierde un diente es no poder masticar correctamente, los alimentos se escapan a nuestra mordida con la posible situación de llegar a mordernos la lengua o la mejilla.

Habiendo dicho esto, aquí aparecen las 2 primeras funciones de los dientes

• La masticación
• Limitar los tejidos blandos para mantener todo funcional (labios, lengua, músculos, entre otros) para evitar autolesiones

Cuando es un diente de adelante (incisivos y caninos) o del sector anterior, la función más comprometida es la estética ya que al perder un diente se genera aparte del espacio un efecto de incomodidad por parte de la persona, algunos estudios demuestran una relación entre la autoestima y capacidad de sonreír sin problemas. Pero si te dijera que también los dientes facilitan la forma en la que hablamos. ¡Así es! también ayudan a regular la fonación o vocalización de todo tipo de palabras, en específico las palabras con las letras L, B, S, Z, P. Por increíble que parezca esto adquiere más valor con el paso del tiempo.

A continuación, las 2 siguientes funciones de tus dientes:

• Estética
• Fonación

Te da curiosidad saber cómo muchas personas durante la mañana pueden tomar un café que está casi hirviendo o disfrutar una bebida muy fría y refrescante sin ningún problema. Pues te decimos, los dientes están formados por 3 tipos de tejidos:

• Esmalte
• Dentina
• Pulpa

Cada uno con su propia función, pero de entre los 3, la estrella del día es ¡el esmalte!, que es un tejido muy duro compuesto principalmente por un mineral llamado hidroxiapatita, que vuelve a los dientes un tejido muy similar al de los huesos del cuerpo con la capacidad de soportar temperaturas de hasta 50 °C y temperaturas de hasta 5 °C por lo que los dientes ayudan a regular la temperatura de los alimentos que comemos.

Protección y cuidado de nuestros dientes

La salud bucal depende de varios factores, más allá de mantener una buena higiene. Por medio de la alimentación es posible fortalecer y proteger nuestros dientes, he aquí una lista de ellos:

• Agua natural. Elemento imprescindible para nuestro cuerpo. A parte de lavar nuestros dientes contiene flúor que limita el crecimiento de bacterias y elimina los ácidos
• Manzana. Menciona un popular refrán, una manzana al día, aleja al médico de tu vida. Tomar una manzana después de cada comida como “postre”, ayuda a eliminar la placa dental. Además, por su alto contenido en vitamina C favorece las funciones celulares de los dientes y más órganos
• Té verde. ¡Tómalo con calma! no los mancha. Muchos de los tés suelen tener antioxidantes que protegen los dientes lo que evita que la placa se les adhiera y fortalecen el esmalte dental
• Calcio y vitamina D. Fortifican los dientes y ayudan a blanquear el esmalte
• Zanahorias, espinacas y otras verduras de hoja verde. Por su contenido en fibra que es sin duda un gran aliado de los dientes, debido a que requieren de mayor masticación para tragar y, por lo tanto, producen más saliva, mecanismo que actúa como un agente limpiador, combate la placa bacteriana en dientes y encías, al mismo tiempo que neutraliza ácidos.
• Fresas. Poseen un alto contenido en xilitol que combate a las bacterias que generan la placa dental
• Chocolate. Es un rico aliado ya que ayuda a prevenir las caries. ¡Importante! El que consumas debe contener un 70% de cacao, ser amargo, semi amargo o negro en su totalidad y que no contenga nada de azúcar.

 Conocer, detectar y realizar acciones comunes que pueden dañar o beneficiar nuestra salud cumple un papel fundamental en nuestro bienestar.

Es importante visitar periódicamente al profesional de la salud para disipar cualquier duda. En Fundación Best contamos con más de 600 consultorios odontológicos en el país. ¡Atentos a servirte!