Las caídas son un problema de salud subestimado: el paciente, la familia o el personal de salud creen que es un evento “normal”. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como la consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita al paciente al piso, contra su voluntad, de manera repentina e insospechada. Son considerados la segunda causa mundial de muerte por traumas involuntarios.

El síndrome de caídas en el adulto mayor constituye uno de los problemas más comunes en la población geriátrica, aunque cualquier persona es susceptible de caer, el factor edad es determinante.

Existen varios tipos de caídas, la OMS las clasifica, bajo una situación de causalidad y tiempo de permanencia en el piso de la siguiente manera:

• Accidental: se produce por una causa ajena a la persona en un entorno peligroso, como estar de pie sobre un piso resbaloso
• De repetición o “no justificada”: es la consecuencia de factores predisponentes como enfermedades crónicas, polifarmacia (consumo de más de 3 medicamentos de manera simultánea), entre otros
• Prolongada: aquella en la que el adulto mayor permanece por más de 15 minutos en el suelo con incapacidad para levantarse sin ayuda

Entre las causas de caídas del adulto mayor, son varias asociadas a enfermedades, situaciones propias de la persona (intrínsecas) o a causas externas (extrínsecas):

• Neurológicas: trastornos de vértigo, demencia, alteraciones musculares relacionadas con la transmisión nerviosa, convulsiones
• Cardiovasculares: infarto, arritmias, presión arterial baja
• Musculoesqueléticas: deformidades en la columna, desgaste articular, fracturas, debilidad muscular
• Polifarmacia: debido a los efectos secundarios, mal cumplimiento de las dosis, automedicación. Los principales medicamentos asociados a caída en el adulto mayor son aquellos para tratar la hipertensión arterial, la diabetes y el Parkinson.
• Extrínsecas: corresponden hasta el 50 % de las causas de caídas en el adulto mayor. Algunos ejemplos son mobiliario inadecuado en casa, suelo con obstáculos o de material resbaladizo, animales domésticos, caminar descalzo, esfuerzos físicos excesivos para la edad, abuso de alcohol y calzado inadecuado, entre otros

De manera usual, las caídas son el resultado de la combinación de varios factores de riesgo, y no por una única causa. Entre las complicaciones en el adulto mayor por caídas más frecuentes son la inflamación, dolor en la zona del golpe, limitación en el movimiento, raspones o moretones en la piel, e incluso pueden llegar a generar lesiones graves como fracturas o pérdida del conocimiento.

Sin embargo, las consecuencias no solo son físicas, también hay un impacto psicológico y social, pues el adulto mayor puede deprimirse o tener miedo a caer de nuevo; y una económica se genera si es necesaria la hospitalización.

Cuando existe una caída del adulto mayor, lo más importante es mantener la calma, se debe verificar que la persona esté consciente, checar si tiene alguna lesión o deformidad en el cuerpo y no forzarla a ponerse de pie, si no puede hacerlo por sí misma. En caso de una lesión leve, se puede aplicar hielo en la región afectada para disminuir el dolor e inflamación, y después acudir a valoración médica, en donde se deberá tener respuesta a las siguientes preguntas:

• ¿Cuándo y cómo fue la caída?
• ¿En qué lugar sucedió?
• ¿Hubo pérdida del conocimiento?
• ¿Ha sucedido antes o pasa con frecuencia?
• ¿Tuvo síntomas asociados como palpitaciones, debilidad o algún otro?
• ¿Qué medicamentos toma el paciente?

Con esta información, el médico tendrá las herramientas para determinar la causa más probable de la caída y tomar las medidas terapéuticas necesarias. Además, es importante enfatizar, en la prevención de caídas, las pautas generales que se basan en la modificación de los factores de riesgo de caídas tanto intrínsecos como extrínsecos; algunos son:

• Realizar actividad física de manera regular, esto mejora el equilibrio y la marcha
• Evitar el consumo de alcohol, drogas o sustancias con fines recreativos
• No automedicarse
• Revisar la visión, en caso de discapacidad acudir a valoración
• Evaluar la vivienda y modificar el diseño (no pisos resbalosos, barandales adecuados, etc.)
• Utilizar auxiliares de la marcha (bastón, andadera)
• Usar calzado con plantillas especiales que distribuyan el peso del cuerpo, y sin costuras internas para evitar lesiones

En caso de caída, es importante acudir a valoración médica en un servicio de urgencias, de esa manera se controlarán los daños y se tomarán medidas para evitar que vuelva a ocurrir.

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