La extracción dental es el procedimiento terminal de un diente, y no debe tomarse como primera elección de tratamiento. En la actualidad existen diferentes alternativas para conservar más tiempo los dientes.

La extracción dental es y ha sido uno de los tratamientos más comunes desde antes de existir la odontología moderna.

En la antigüedad se realizaban extracciones como única alternativa de tratamiento ante el dolor dental.

En Europa, durante la Edad Media, era muy común encontrar barberos y charlatanes que se jactaban de realizar una extracción dental sin dolor, con instrumentos rudimentarios y sin conocer las medidas de higiene y técnicas quirúrgicas necesarias.

Así fue hasta que Pierre Fauchard, padre de la odontología, desarrolló instrumentos y técnicas a fin de llevar a cabo no solo extracciones, sino también procedimientos para conservar los dientes.

¿Sabes qué es la extracción dental o extracción de muela? La extracción dental quirúrgica es el procedimiento por el cual se retira una pieza debido a diversas causas que se mencionarán más adelante.

La extracción dental es el procedimiento terminal de un diente, y no debe tomarse como primera elección de tratamiento. En la actualidad existen diferentes alternativas para conservar más tiempo los dientes. Es necesario tener un diagnóstico acertado para determinar si una pieza debe extraerse o no.

Para ello, el odontólogo necesitará apoyarse en el uso de la historia clínica, la exploración física y auxiliares de diagnóstico, como las radiografías.

Principales motivos o factores que llevan a decidir si un diente es candidato para extraerse:

• Caries
• Fracturas dentales
• Enfermedad periodontal (infecciones que afectan a las encías y tejidos de alrededor)
• Tratamientos de ortodoncia
• Utilización de prótesis dentales
• Anomalías de la erupción dental
• Traumatismos en la cara o directamente en la boca

Ya que conocemos la definición y los motivos por los cuales se puede llevar a cabo una extracción dental, es importante saber que no todas las extracciones son iguales.

De acuerdo con su complejidad y técnicas para realizarse, se clasifican como sigue:

• Extracción dental simple: procedimiento realizado por el odontólogo con instrumentos básicos, como el fórceps o el elevador, sin la necesidad de cortar la encía, el diente o el hueso. No por ser simple deja de ser un procedimiento delicado y cuidadoso. Siempre debe emplearse anestesia local para realizar una extracción dental sin dolor.
• Extracción dental quirúrgica: se efectúa cuando el diente no puede extraerse de modo simple, debido a las siguientes causas:

• Posición inadecuada
• Caries
• Encontrarse debajo del hueso (tercer molar)
• Resto radicular (por no tener corona)
• Anquilosis (por estar fusionado al hueso)
• Fractura dental o por un quiste

A diferencia de la extracción dental simple, es necesario realizar procedimientos que permitan extraer sin lastimar, lacerar o desgarrar los tejidos adyacentes a los dientes sanos.

Por lo regular, es necesario hacer una incisión (corte en la encía), de modo que pueda quedar descubierto el hueso y le permita al odontólogo tener un mayor campo visual del diente a extraer.

Finalmente, para que la recuperación después de una extracción dental sea más rápida, es necesario cerrar la encía con puntos de sutura.

Es importante seguir las indicaciones y cuidados después de una extracción dental tal y como lo indique el odontólogo:

• Realizar el cepillado habitual de los dientes
• Cuidado de no lastimar la herida
• No realizarse enjuagues bucales bruscos
• No consumir alimentos grasosos, ni que contengan semillas
• Evitar asolearse y las actividades que requieran esfuerzo físico

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